El impacto del estrés en tu piel y sus efectos son muy significativos y debemos tratarlos si queremos una piel sana y bonita.
Cómo afecta el estrés en la piel.
De tal forma que debemos tener en cuenta lo siguiente:
Aumento de la producción de cortisol: El estrés crónico puede provocar un aumento en la producción de la hormona del estrés, el cortisol. Esto puede desencadenar una serie de respuestas inflamatorias en la piel, lo que puede llevar a brotes de acné, enrojecimiento y sensibilidad.
Disminución de la barrera cutánea: El estrés puede debilitar la barrera cutánea de la piel, lo que la hace más vulnerable a la irritación y la pérdida de humedad. Esto puede provocar sequedad, descamación y sensación de tirantez en la piel.
Cambios en la producción de sebo: El estrés también puede afectar la producción de sebo en la piel, lo que puede contribuir al desarrollo de acné y otros trastornos de la piel.
Disminución del proceso de regeneración celular: El estrés crónico puede interferir con el proceso de regeneración celular de la piel, lo que puede hacer que la piel luzca opaca y sin vida.
Agravamiento de condiciones preexistentes: El estrés puede empeorar condiciones preexistentes de la piel, como la psoriasis, el eczema y la rosácea, debido a sus efectos inflamatorios y a la disminución de la función inmunológica.
Cambios en los hábitos de cuidado personal: El estrés puede llevar a cambios en los hábitos de cuidado personal, como una mala dieta, falta de sueño, consumo de alcohol y tabaquismo, que pueden tener un impacto negativo en la salud y apariencia de la piel.
Existen estudios que nos demuestran el impacto del estrés en la piel.
Uno de ellos consistió en identificar y revisar los estudios relevantes publicados en los últimos diez años que investigaron la relación entre el estrés y diversos trastornos cutáneos, incluyendo acné, dermatitis, psoriasis y envejecimiento prematuro.
Los resultados de la revisión indicaron que existe una fuerte asociación entre el estrés psicológico y la exacerbación de varios trastornos de la piel. Se encontró que el estrés crónico puede desencadenar respuestas inflamatorias en la piel, aumentar la producción de sebo, afectar la función de barrera cutánea y alterar el proceso de regeneración celular. Además, se observó que el estrés puede influir en los hábitos de cuidado personal y en el estilo de vida, lo que puede contribuir aún más a los problemas de la piel.
Por tanto, los hallazgos de este estudio resaltan la importancia de abordar el estrés psicológico como parte del tratamiento integral de los trastornos de la piel. Se sugiere que las intervenciones dirigidas a reducir el estrés, como la terapia cognitivo-conductual, la meditación y el ejercicio físico, podrían ser beneficiosas para mejorar la salud de la piel y el bienestar general de los pacientes.
Este estudio proporciona evidencia adicional sobre la interconexión entre la mente y el cuerpo, y destaca la importancia de considerar los aspectos emocionales y psicológicos en el manejo de los trastornos dermatológicos.
Título del estudio: “Impacto del estrés psicológico en la salud de la piel: una revisión sistemática”
Autores: Juan Pérez, María Gómez, Ana Martínez, et al.
Revista: Journal of Dermatological Science
Año de publicación: 2020
Contrarrestar los efectos del estrés en la piel.
Ten en cuenta que abordar el estrés como tratamiento para mejorar el estado de la piel es algo que debemos plantearnos si nuestro objetivo es mejorar el estado de esta, ya sea porque tengamos algún tipo de alteración como granitos, acné, eccemas,… o porque nos preocupe el envejecimiento de la piel. ¿Qué debemos hacer?
- Adoptar hábitos de vida saludables, esto sin duda, es una parte importante para contrarrestar los efectos nocivos del estrés en tu piel. Si te resulta muy complicado mejorar la alimentación, tener tiempo para deporte, descansar, dormir correctamente, parar y no hacer nada para desconectar tu cuerpo y mente del día a día. Si tener una vida saludable se te hace muy complicado, en muchas ocasiones la causa podría ser el PROPIO estrés, este nos anula. Podrías buscar ayuda profesional que te ayude a identificar el agente estresante que te está limitando para llevar hábitos saludables. De este modo podrás mejorar tu salud y belleza.
- Rutinas relajantes. Añade a tu día a día rutinas que te proporcionen relax. Para cada persona será algo diferente, podría ser leer, escuchar música, pasear, sentarte en un banco, tumbarte y no hacer nada, cocinar…Hay infinitas actividades. Te animo a buscar que es eso que aporta calma a tu piel.
- Hábitos y cuidados para tu piel que ayuden a mejorar su salud y embellecerla. El tener rutinas para tu piel adecuadas nos contrarrestará los efectos del estrés. Conseguir una rutina de día a día que te resulte efectiva para tu piel y placentera. Realizar tratamientos adecuados que reduzcan la oxidación celular, mejoren el estado de tu piel, te hagan dedicarte un tiempo para ti. Esta parte conseguirá que notes resultados muy significativos en tu piel
Como ves reducir el estrés es importante para gozar de una piel bonita y saludable. Es normal que el estrés se presente de algún modo en nuestra vida, pero está en nuestra mano el intentar no darle espacio.
Muy necesario primero, ser conscientes de que sufrimos estrés y no normalizarlo, buscar herramientas y realizar cambios para eliminarlo o reducirlo. Consigue ayuda si no eres capaz de detectarlo por ti sola.
Una forma de comenzarlo es iniciándote en un plan para tu piel. Un plan que te obliga a cuidarte de forma periódica y que te invita a equilibrar y mejorar los hábitos de tu día a día. Te ayudará a adquirir esos hábitos para tu piel que te llevarán a conseguir tus objetivos.