La preocupación por el poro dilatado está muy extendida. Pero sobre todo distorsionada. Una de las frases que más repito es: ” NO tienes el poro dilatado”.
El 90% de las clientas que atiendo tienen esta preocupación.
Pero…¿ qué hay de real en ello? y… ¿ cómo influye un mal diagnóstico del poro en tu piel?
Del 90% que vienen pensando que tienen su poro dilatado y tratando su piel según esta característica, podría determinar que tan solo el 20% realmente lo tiene dilatado, el resto lo tiene normal o cerrado.
La necesidad de reconocer que es un poco dilatado, cerrado, normal o un poro modificado es altamente importante para definir que necesidades tiene tu piel.
Consecuencias de tratar tu piel inadecuadamente
- Exceso de grasa: si tratamos la piel con ingredientes inadecuados conseguirás desequilibrarla.
- Piel apagada: la ausencia de grasa en tu cosmética no mejorará el aspecto ni la salud de la misma.
- Deshidratación: evita retirar la protección de tu piel, es la base en su cuidado.
- Arrugas prematuras: una piel deshidratada es una piel arrugada, tenga la edad que tenga.
Y es que si no sabes mirar tu piel de manera objetiva no vas a poder realizar un tratamiento efectivo que la mejore.
CLAVES PARA DEFINIR TU PORO
- Observa en que zona está visible.
- Utiliza imágenes reales de referencia.
- Compara tu poro con el paso del tiempo y en los cambios de estación.
Por este motivo en mi curso online de piel tengo una lección exclusiva sobre el poro, para aprender a visualizarle y poder hacer un diagnóstico correcto y desarrollar un tratamiento adecuado.
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Aquí te dejo un vídeo resumen de la lección “Diferenciación de poros”